Cada madrugada me despierto pensando en ti, es esa
sensación de aves que viajan de mi estómago hasta mi intimidad; entre mis
piernas, que me tiene levantado los ánimos. Ánimo
que no había sentido en muchos años. Tu esencia me hace sentir cosas
indescriptibles.
Soñé que te tenía saboreando mi
virilidad y yo hundido en tu intimidad. Me quedó grabado cuando lubricabas hábilmente mi falo, pasabas tu lengua, tus dientes, tus labios, sintiendo tus acaricias y
tu aliento ardiente sobre mi piel. Cada noche te
deseo intensamente y más cuando abres tus carnes al placer.
Sé bien que, al
estar húmeda por leer mis versos y nuestros relatos, te trae más humedad a tus
abismos del placer y, cada noche, en tu lecho, virtualmente colocas tus deseos
entre mis piernas, para que tu cadera marque el ritmo de lo que vamos a disfrutar el día, la tarde, la noche de nuestro
encuentro real.
Larry G. Álvarez
No comments:
Post a Comment